Muchos me han dicho que debiese tener un blog. Soy un asiduo lector, pero no leo el blog de nadie, por lo que dudo que alguien se interese en este. En contraste, anhelo escribir más pero soy un escritor frustrado por falta de tiempo para hacerlo. La prueba es un libro inconcluso y muchos títulos de libros que existen en mi mente, pero en ninguna otra parte. Algunas de esas semillas las regaré por aquí y será el laboratorio para ver si vale la pena publicar en alguna otra parte. ¡Gracias por acompañarme en este peregrinaje!

Soy el candidato menos probable:

…para servir como líder del equipo continental para Latinoamérica de Association of Christian Schools International, que hace posible programas, recursos y servicios para cientos de escuelas y colegios cristianos en México, Centro, Sudamérica y el Caribe desde 1990.

…para servir como predicador y uno de los responsables de proveer liderazgo espiritual y cuidado pastoral en Centro Bíblico El Camino desde 1996, pequeña congregación en la ciudad de Guatemala que reúne a un puñado de seguidores de Jesucristo.

…para ser el esposo de Sheny, la extraordinaria mujer con la que he compartido 35 años de peregrinaje matrimonial y sin cuyo amor y eficaz ayuda no estaría en donde estoy ahora.

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Estoy convencido que la educación escolar cristiana tiene el potencial de transformar Latinoamérica. He dedicado los últimos 33 años de mi vida a esa causa, 29 de ellos como Director Continental para Latinoamérica de ACSI (Association of Christian Schools International) Es un honor proveer liderazgo a un equipo de profesionales y educadores que sirve a cientos de instituciones educativas en México, Centro, Sudamérica y el Caribe. Mi formación académica culminó con una maestría en Liderazgo Educativo de Regent University y continúa actualmente en Universidad San Pablo de Guatemala donde soy doctorando en Liderazgo Organizacional (DLO). Mi experiencia y conocimiento están al servicio de la formación de una nueva generación de educadores que logre lo que la generación que me precedió comenzó y que mi generación no llegará a completar.

Con Dios y una Mac ¡todo es posible!