El dios de las opciones abiertas

Quiznos sandwichMe encantan los emparedados de Quiznos pero siempre me sucede lo mismo.

—   Quiero un sándwich clásico italiano por favor

—   ¿Lo quiere pequeño, mediano o grande?

—   Mediano

—   ¿En pan romero con parmesano, ciabatta, blanco con ajonjolí o integral?

—   Pan romero con parmesano

—   ¿Con qué lo va a acompañar? ¿papas, sopa o una galleta?

—   Quiero una sopa y por supuesto una galleta para el final

—   ¿Su sopa, de brócoli & queso, pollo con fideos, almejas o azteca?

—   (Ya algo malhumorado respondo…) Brócoli y queso

—   ¿Y su galleta? Tenemos de avena con manzana, avena con zanahoria o chocolate chip.

—   Avena con manzana

—   Su sándwich, ¿lo quiere tostado o normal?

—   Tostado

—   ¿Para comer aquí o para llevar?

En este momento estoy a punto de estrangular a esta persona que me hace tomar tantas decisiones en una hora de almuerzo en la que quiero tomarme un respiro de mi trabajo cotidiano que incluye precisamente… ¡tomar decisiones!

??????????????????La vida está llena de decisiones que debemos tomar, pequeñas o grandes.  Decisiones triviales tales como, qué ropa te vas a poner, qué vas a hacer el fin de semana o qué marca de celular te conviene.  Decisiones grandes de qué carrera vas a estudiar, con quién te vas a casar o dónde vas a vivir y trabajar.  Todas son decisiones inevitables que tienes que afrontar tarde o temprano.

Sin embargo, a la generación actual —refiriéndome a todos los nacidos después de 1985—no le gusta tomar decisiones.  Si eres parte de ese grupo seguramente encuentras gran dificultad en hacerlo y usualmente prefieres tomar la ruta fácil de ir postergando hasta que llega el último minuto en el que hay que elegir de prisa una opción de la cual después muy probablemente te arrepientes.

La gran diferencia entre tu generación y la mía es culpa del cine. Sigue leyendo